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El arquitecto debe de dar una respuesta ágil, creativa y profesional a cualquier propuesta de inversión inmobiliaria con independencia de la escala de la misma. Adaptarce a una gran variedad de tareas, siendo flexible y efectivo en el proceso creativo hasta el final de la obra. Para esto es imprescindible abarcar todas las etapas de actuación de forma coordinada e integrada: Gestión, Diseño, Desarrollo y Ejecución de obra.  Mi interés por la investigación arquitectónica me hace concebir el estudio como taller o factoría de ideas, lugar de pruebas, en la búsqueda de la solución idónea.

 

roberto robuffo, arquitecto

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